Bailey, es un perro pastor australiano que ha demostrado ser un fiel compañero para Katie, una chica que padece síndrome de taquicardia postural ortostática.
Lo anterior es un trastorno que afecta la regulación del flujo sanguíneo debido a una disfunción del sistema nervioso autónomo.
El síndrome de taquicardia postural ortostática provoca que tareas cotidianas como levantarse puedan generar mareos o desmayos, convirtiendo la vida de Katie en un desafío constante.
El can ha demostrado tener una inteligencia y sensibilidad excepcional al reconocer los momentos en que su dueña puede estar en crisis.
El perro ha aprendido a detectar los signos previos a las crisis cardíacas de Katie y, con gran astucia, actúa rápidamente para ayudarla.
Cuando siente que su dueña está en peligro, Bailey no duda en llevarle su medicina y, en ocasiones, incluso abre el refrigerador para coger una botella y darle agua.
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En las redes sociales hay imágenes y videos de la pareja de amigos han conmovido a miles de personas.
Algunos de los comentarios de los internautas fueron:
“Él no es un perro es su familia”
“Para las personas que piensan que ellos no sienten ni tienen inteligencia, tienen mucho más, sentimientos que el ser humano”,
“Ellos ya nacen sabiendo amar”
Bailey es un ejemplo inspirador de cómo los perros, con su intuición y amor incondicional. Pueden convertirse en verdaderos ángeles guardianes.
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