Una de las cosa por las que no puedes dormir sin estar tapada es que cuando estamos dormidos, el cuerpo no es capaz de regular su temperatura corporal por sí solo, ya que no lo hace de manera automática como cuando estamos despiertos, por ello es de vital importancia que una manta o sabana este tapándonos para poder tener un sueño profundo, así ayuda a nivelar nuestro calor natural y a evitar las variaciones drásticas de temperatura.
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Aunque taparte con una manta es parte de una rutina que desde pequeños nos acostumbran, algo que hace función es que al taparte, el cerebro recibe la señal de que al taparte es hora de dormir, por lo cual puedes descansar más profundamente a diferencia de que no lo hagas.
Aunque sea una cobija muy delgada, una cobija te brinda protección, es un sentimiento de seguridad que hace que puedas dormir mejor ya que te hace sentir “abrazado” mientras concilias el sueño y da la sensación de que alguien te está abrazando.
Al taparte con una cobija los niveles de serotonina aumentan, ya que tu estrés y ansiedad disminuyen, por ello la manta tiende a eliminar el nerviosismo y contribuye a la serenidad y tranquilidad.
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