Las muestras obtenidas por el rover demostraron que este cráter hace aproximadamente 3,700 millones de años de antigüedad, alojó un enorme lago el cual a causa del posible aumento del cause de los ríos que lo alimentaban, arrastraron enormes rocas en su interior.
Con un diámetro de alrededor de 35 km, este lago fue alimentado por un flujo de agua constante hasta hace unos 3 mil o 3 mil 600 años.
De acuerdo a las pruebas realizadas por el rover, en un pasado este sitio estuvo repleto de agua, alguna condición extrema en el planeta cambió para siempre las características del entorno.
El inicio de la misión de Perseverance fue en febrero de este año, y amartizó en la superficie de este cráter el cual se convirtió en el principal sujeto de estudio a través de sus cámaras de alta definición.
Tras comprobar que se encontraban en buen estado, envió las primeras imágenes de este sitio, sobre todo los científicos analizaron las que capturan las escarpadas pendientes que le rodean.
Como resultado de las mediciones y proyecciones de la zona, encontraron que las muestras de sedimentos en las partes altas no se debía al paso del aire, sino del posible flujo de agua que hace mucho tiempo dejó de correr en la zona.
Se espera que con el avance de la investigación del rover se esclarezcan algunas dudas acerca de la zona, así como las condiciones de habitabilidad en el pasado.
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