Su familia decidió hacerle una fiesta de cumpleaños, adornaron la casa, pidieron un pastel que el perrito pudiera comer y cuando le dieron la sorpresa, Odín estaba sorprendido porque no esperaba algo así, al principio no sabía de que se trataba, pero cuando se dió cuenta que el era el anfitrión se puso muy contento.
Al principio, estaba un poco confundido. No entendía de qué se trataba. Luego vio que la atención se centraba en él y que la tarta era para él. Se puso muy contento”, dijo Joyce.
Aparte de hacerle su fiesta y pastel, también recibió varios regalos, lo consintieron mucho y lo llenaron de amor en su cumple como todos los días.
“Por supuesto, Odín es amado y mimado todo el año. Pero para nosotros, éste es un día importante porque es el día en que llegó a nuestras vidas. Nos hace muy felices”, mencionó Joyce
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