Esta moneda digital emitida en 2009 no es regulada por algún gobierno y funciona a través de códigos de computadoras que registran su comportamiento, por lo que es inalterable. No tiene una representación física, por lo que sus propietarios tienen que guardarlas en carteras digitales protegidas por passwords.
Para poder obtener una de ellas no es necesario brindar datos personales, por lo que su dueño goza de anonimato a comparación de otros esquemas bancarios establecidos; característica que para las instituciones establecidas le quita fiabilidad.
Sin embargo quienes defienden a esta novedosa moneda defienden muchos de sus beneficios en el mercado, entre ellos que es infalsificable debido a que son emitidas después de que los usuarios realizan operaciones complejas mejor conocidas como minado.
Ahora este sujeto está a nada de perder esta cifra millonaria por no recordar la contraseña de su cartera digital, para poder ingresara a ella tiene diez intentos, de los cuales ha consumidos 8 restándole 2.
Lamentablemente no hay método de recuperación extra para su password, por lo que su única opción sería tener que encontrar a un hacker y así acceder a la cuenta en cuestión para no perder el dinero.