Así es, ellas generan leche, que es hasta 4 veces más sana que la de las vacas, además de que ellas se encuentran en todo el planeta.
De acuerdo a un estudio por la International Union of Crystallography Journals, este insecto puede producir cristales de proteínas.
Estos liberan energía de manera gradual, en un lapso de tiempo muy amplio, lo que podría hacer que nos alimentemos menos veces al día sin repercutir en la nutrición.
Además del reciente descubrimiento de que generan leche muy rica en proteínas, brindan funciones ecológicas necesarias.
Ayudan con los desechos y animales en descomposición de los bosques, lo que aumenta los nutrientes del suelo; y aunque no lo creas, también participan en procesos de polinización.
Ahora sabes que tienen una razón de existir y que no son tan malas como parecen.