Este aditamento no busca reemplazar al cubrebocas tradicional, al contrario, mejorar la forma en la que las personas toman cuidado de su salud diaria en este regreso gradual a la cotidianidad social.
De acuerdo al coordinador del proyecto se realizaron pruebas en materiales con un espesor menor a 5 micras para seleccionar el que mejor combatiese al virus del COVID-19. Su uso se se sugiere bajo el propio cubrebocas, gracias a su diseño se amolda a la fisionomía de todo tipo de usuario, por lo que refuerza la protección del usuario sobre todo en sitios con donde es complicado mantener la distancia.
Por otro lado busca reducir sustancialmente la propagación del COVID-19, del cual se ha demostrado su elevado porcentaje de variabilidad genética que lo vuelve aún más contagioso.
Actualmente los desarrolladores de esta ingeniosa mascarilla nasal se encuentran en negociaciones para llevarla de manera masiva y así llevarla al alcance del público en general que poco a poco se readapta a sus actividades diarias.
El uso del cubrebocas se ha subrayado desde el inicio de esta pandemia, por lo que es importante su uso si estamos en espacios públicos. Recientemente se hizo viral un video en el que un grupo de luchadores genera conciencia en la sociedad, colocando cubrebocas a quienes no lo estaban usando en la Central de Abastos, acompañado de su respectiva sanitización.
#ComunicadoIPN 🗒️ Crea y patenta IPN mascarilla nasal para reducir contagios de SARS-CoV-2
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— IPN (@IPN_MX) March 9, 2021