Sin embargo este cansancio vale mucho la pena, no sólo por el vínculo que formas con tu bebé, sino porque esto se debe a que podría ser más inteligente de lo que imaginamos.
El profesor Peter Flemminng especialista de bebés, comenta que los bebés que despiertan por la noche son más inteligentes que el promedio ya que tienen una mejor salud mental y necesitan menos sueño y por ende se despiertan durante la noche.
«Los bebés humanos no están diseñados para dormir por periodos prolongados; al contrario, según la evolución, los seres humanos despertamos frecuentemente en las noches», señala el investigador.
Incluso, en otro estudio de la London School of Economics and Political Science se revela que los niños que despiertan por la noche son más inteligentes y tienden a desarrollar una mayor creatividad que los que duermen temprano o más horas.
«Las personas con un mayor desarrollo cognitivo se sienten atraídas por el desarrollo personal durante la noche e, incluso sus mentes reflejan un nivel más alto de complejidad cognitiva».
Aparte una muestra de que los bebés que se despiertan durante la noche tienen una mejor percepción y saben que tendrán más atención de los padres, debido a que hay menos distractores y por ello prefieren dormir en el dÍa.
Los seres humanos en comparación de otros mamíferos, nacemos entre 9 y 18 meses antes, por lo que necesitamos más cuidado ya que nuestros cerebros no están totalmente desarrollados, requerimos ayuda para caminar, comer, aparte de nuestras necesidades básicas.
Ya que el cerebro sólo tiene desarrollado un 25% y va creciendo conforme el amor de mamá, el contacto físico y el vínculo que forjamos con ellos.
Por eso al tener un bebé lo que más se necesita es tener paciencia y darles los cuidados necesarios que merece para que crezcan sanos y poderles ayudar a desarrollar esa inteligencia que desde pequeños están teniendo.
Conforme pasa el tiempo con tu bebé para que tenga un descanso adecuad y pueda tener un crecimiento fisico, neurológico y emocional adecuado. Es importante tomar en cuenta estos puntos:
1 Cuidar que su recámara esté oscura y en una temperatura adecuada
2. Establecer una hora para dormir y para despertar.
3. Crear rutinas que identifique la hora de dormir como bañarlo, contarle cuentos o cantarle una canción.
Es importante que nos cuidemos a nosotras mismas y nos “armemos de paciencia” para darle a nuestros hijos lo que necesitan.
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