La actriz nacida en Tlaxiaco, Oaxaca se convirtió en la revelación del cine a nivel internacional por su aparición en la cinta de Alejandro González Iñárritu, «ROMA», con la que el cineasta mexicano se alzó con el Oscar a Mejor Dirección.
A partir de ese momento su vida dió un giro de 180º ya que abandonó su carrera como maestra para dar paso a una nueva carrera como figura pública encabezando proyectos y campañas muy interesantes en pro de la mujer, sobre todo de las que provienen de comunidades indígenas.
Su activismo le ha valido el reconocimiento de distintas organizaciones mundiales, una de ellas fue la ONU quien la nombró Embajadora de Buena Voluntad para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Su carrera como activista social le valió en esta ocasión el reconocimiento de importantes marcas de moda alrededor del mundo, una de ellas la eligió para dar a conocer un importante mensaje con las mujeres que están cambiando el mundo.
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