Tener una hermana es encontrar el cariño y la sinceridad más transparente del mundo, pues en ella no solo hay amor incondicional, sino también una amistad que nada ni nadie puede igualar.
Crecer junto a nuestra hermana es aprender y se convierte en la primera persona a la que imitamos y con la que exploramos nuestro mundo.
Además, nuestra personalidad y quienes somos en la actualidad probablemente sea gracias a su influencia y al tiempo compartido.
Uno de los regalos más increíbles que la vida, y nuestros padres, pueden darnos, es tener una hermana que hable mucho.
Pues es la persona con la que vamos a poder contar siempre y sobre todo, ella muchas veces nos ayudará a mantener un excelente estado de ánimo y evitar sufrir depresión.
Esto fue descubierto en un estudio científico realizado por la profesora e investigadora Laura Padilla Walker, de la Universidad Brigham Young.
Dicho estudio arrojó que las personas que tienen una hermana presentan menos síntomas de depresión, tanto en la infancia como en la edad adulta.
Esto se debe a, según explicó la experta, que las habilidades de comunicación suelen ser más fuertes con una mujer que con un hombre.
El objetivo del estudio era entender el impacto que un hermano tiene en la vida de una persona, pero entre otras cosas, también se arrojaron grandes curiosidades.
Una de las más importante fue que quienes tienen un hermano sienten mayor seguridad en sí mismos, son menos temerosos y se sienten menos solos.
De acuerdo con la investigadora, tener una hermana causa un efecto antidepresivo, generando en ti una buena estabilidad emocional.
Así que si buscabas cualquier pretexto para darle un abrazo, hacerle una llamada o mandarle un mensaje de texto, agradecerle por tu salud mental es el indicado para hacerlo.