Sin embargo, la familia siempre será con quienes compartamos el mayor tiempo. El núcleo familiar se convierte además en nuestro lugar seguro, a donde siempre vamos a querer volver.
Dentro de estas personas se encuentran nuestros primos, aquellas personas con quienes creamos los mejores recuerdos de nuestra infancia
Ellos se convierten en nuestros primeros compañeros de aventuras y la relación es aún más fuerte cuando se tiene la misma edad.
Los integrantes de la familia son personas que nos enseñan las cosas más vitales y con quienes comenzamos a explorar el mundo cuando somos pequeños.
Por eso, los primos de la misma edad son las personas con las que logramos crear una relación especial, tanto, que se vuelven la base principal para enlazar recuerdos.
Sin duda las navidades, cumpleaños, los domingos en familia o cualquier reunión se convierten en el mejor plan cuando los primos se reúnen.
Los primos de la misma edad se convierten en tu persona de confianza, a la que le has contado tus mejores secretos y puedes estar seguro que siempre te acompañará en tus travesuras y decisiones.
Aunque a veces separados, hombres con hombres y mujeres con mujeres, cuando creces te das cuenta que encontraste a tus mejores amigos dentro de tu familia.
Al pasar los años, las reuniones en familia se vuelven más divertidas y nostálgicas al recordar todas las experiencias junto a los primos, y es gratificante encontrarte con una persona adulta que te sigue acompañando en este viaje llamado vida.
Cuando lamentablemente llega el faltar la mamá de alguno, recuerdan que ahí sigue su segunda mamá, porque su conexión logró ser tan fuerte, que siempre se trataron como hermanos.
Si tienes la fortuna de tener primos de la misma edad, entenderás el vínculo tan especial que mantendrás con esa persona a lo largo de los años.