A pesar del acordonamiento de las autoridades los pobladores cercanos no dudaron en acercarse al sitio de la caída y observaron con cautela como la flora cercana se consumía ante un fuego anormal.
La caída de este astro celeste provocó un sin fin de divertidas teorías, algunas aseguraron de manera chusca que se trata de una invasión extraterrestre a nuestro planeta de una forma casi imperceptible para todos.
Otros observadores fueron más astutos e hicieron lo posible por recoger algunos de los fragmentos cercanos con el objetivo de guardarlos como un recuerdo del espacio exterior, pero otros decidieron darle un fin más lucrativo.
En Facebook comenzaron a circular una serie de fotografías de las primeras personas en acercarse al área consumida por el fuego y en la que lograron recuperar algunos fragmentos de este meteorito.
Ciertos usuarios de esta red social subieron algunas publicaciones en las que aseguraron que ponían a la venta estos restos espaciales, aunque realmente se trató de un comentario chusco ante lo irreal de la situación.
¿Tú los comprarías?