Esta iniciativa busca reformar la ley que Regula el Uso de la Tecnología para la Seguridad Pública, estableciendo así que los elementos policiales siempre deberán tener estos dispositivos encendidos cuando estén en servicio.
Cuando los policías estén descansando estos aparatos deberán ser resguardados por la Secretaría de Seguridad Ciudadano; todos los datos recopilados por estos dispositivos deberán ser integrados en las carpetas de investigación pertinentes.
La gradual implementación de estos equipos de videovigilancia busca que los ciudadanos y los gobernantes tengan una mejor afinidad en los procesos de legalidad que acompañen durante su uso.
Estos aparatos electrónicos estarían incorporados en el uniforme o en la propia placa de los policías, podrán ser usado como prueba en un juicio así como formar parte de la persecución e inhibición de un delito.
El empleo de esta tecnología podrá ser de ayuda en los lugares donde hay una mayor incidencia delictiva, ya que permitiría dar con las zonas más conflictivas de la capital. Además podrán ser un recurso de ayuda para crear identificar las colonias menos seguras así como la posible creación de un itinerario de las zonas con problemas de vialidad.
Además esta iniciativa plantea que los habitantes puedan dar fácilmente con los centros culturales y recreativos cercanos a su domicilio, así como generar conciencia sobre el autocuidado en dichas zonas de alto impacto delictivo.