Todo ocurrió cuando el gerente de este establecimiento ubicado en New Haven, Connecticut, realizaba una inspección al lugar que fue cerrado por la pandemia de COVID-19.
En ese momento encontró a un sujeto dormido el local como si nada, sin embargo se despertó e intentó escapar de la zona. Gracias a una llamada al 911 pudo ser detenido, los oficiales se asombraron por lo que encontraron y la cantidad que el hombre había consumido en efectivo.
De acuerdo al reporte policial, el hombre entró al lugar rompiendo una ventana y comió como nunca, además hurtó algunas botellas. En total, consumió más de 12,500 dólares por lo que el restaurante levantó varios cargos en su contra.