No importa qué tan bonitas se vean, por ahora no son lo más importante.
Son uno de los lugares donde pueden esconderse las bacterias y virus, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Nueva York.
Purvi Parikh, especialista en infecciones, hizo un estudio en donde demostró que guardan hongos y que pueden perjudicar a la salud, así que es preferible que no se encuentren cortas.
Aunque claramente no es la mejor opción, si se conservan, debes de tener un lavado de manos riguroso, así como de ellas con un pequeño cepillo o algún objeto que te permita limpiarlas.
El que sean cortas no quiere decir que no se vean bonitas, puedes pintarlas del color que sea, y eso las hará resaltar, pese a su tamaño.
Es mejor que las dejes ir por un tiempo para no poner en riesgo tu salud, ni la de los demás, pero si las conservas edita ponerlas en tu boca y no dejes de lado el aseo.