Sus visitas no son gratis, pues él se dedica a llevar ciertos objetos que encuentra en el fondo del mar, ya sean corales, conchas o botellas.
Todo esto lo hace para recibir una recompensa, pues sabe que después de que lo hace, alguien le da un pescado. De acuerdo a los trabajadores del lugar, el mamífero aprendió a hacerlo solo.
Él mamífero es parte de una manada de 7, pero él, es el único que acude a dejar algunos regalos a cambio de alimento.
Con la cuarentena las personas han dejado de ir y comentan que ahora sus visitas son mucho más frecuentes, puesto que ya no hay muchos humanos.
Este sitio fue fundado en 1950, después de que rescataran y ayudaran a uno de estos animalitos, para que pudiera volver a la bahía.
Creyeron que jamás lo volverían a ver, pero volvió con otros 6, entre ellos Mystique, y desde entonces ellos no han dejado de frecuentar aquel lugar.
Si es una muestra de agradecimiento, o no, las personas adoran verlos, lo que ha hecho que sea un atractivo turístico.