En el censo agropecuario realizado en 1991, se contaron 300 mil burros, sin embargo, para 2007 contaron solo 180 ejemplares.
Su desaparición se debe a que los ganaderos han dejado de criarlos, debido a que sus patas son muy cortas y se cansan más rápido, por lo que se han vuelto más funcionales las mulas.
Cuando las estadísticas indicaron que podía desaparecer por completo, hubo pocos lugares que comenzaron a trabajar en su rescate.
Uno de ellos es Burrolandia, un santuario de 4 hectáreas de campo en las que pueden caminar tranquilamente y disfrutar de su libertad.
Son 50 los burros mexicanos que habitan este lugar. Algunos fueron rescatados de condiciones deplorables, mientras que otros fueron donados porque sus dueños ya no podían cuidarlos.
Al convertirte en padrino de un burro, ellos te envían fotos y videos de tu ahijado, además, te invitan a conocerlo cuando pase la contingencia.
Tus donaciones pueden ser en especie o en dinero, y puedes elegir un de 3, 6 o 12 meses y tú puedes escoger a tu ahijado.