Este proceso podría ser un gran paso para seguir acabando con la dependencia del plástico, incluso, las grandes empresas han comenzado a hacer alianzas.
Una compañía de bioquímicos en Holanda quiere impulsar la inversión en un proyecto que cambiará los combustibles fósiles en azúcares vegetales para fabricar plásticos.
Los planes son convertir los cultivos sostenibles en plásticos, por eso es necesaria la asociación con los principales fabricantes de bebidas.
Este material seria completamente ecológico y estaría pensado para que se descomponga completamente en un año.
De esta manera, el proyecto busca reducir la contaminación plástica, así como el uso excesivo de combustibles fósiles.
Se espera que los nuevos envases biodegradables estén disponibles para el 2023 y puedan abrir camino a la industria ecológica.
Además, este material biodegradable también se utilizaría para formar una capa protectora y reciclable dentro de una botella de cartón.
The Guardian informó que Avantium, como fueron nombradas las botellas, están diseñadas lo suficientemente resistentes para las bebidas gaseosas.
Las pruebas han demostrado que el material puede descomponerse dentro de un año, o en algunos años si el producto no se encuentra en condiciones normales.
Pero todo indica que, en las circunstancias ideales, estas botellas hechas de plantas se puedan reciclar después del primer uso.
Al principio se fabricarán 5 mil toneladas de plástico vegetal anualmente, utilizando azúcar de maíz, trigo y remolacha.
Sin embargo, la producción comenzará a aumentar a medida que la demanda de los plásticos renovables aumente por las grandes compañías.