Si estás en una alimentación balanceada por no llamarla dieta y entre semana mueres por comer una pizza, un helado, chocolate y todas esas cosas ricas de la vida, no te preocupes puedes pecar un día a la semana y sin problema bajar de peso.
Seguro te estarás preguntando ¿cómo puede ser posible? Se sabe que a nivel psicológico funciona muy bien y ayuda a diferenciar un peligroso binge (que es el ataque incontrolado en el que comemos todo lo que engorda y rompemos la dieta por varios días o para toda la vida) de un día que nos damos un descanso.
Pero aquí la diferencia es que disfrutar de manera ocasional nuestros platillos preferidos no arruina nuestro propósito de perder peso.
El cuerpo es sabio.
Nuevos estudios demuestran que ingerir un día a la semana más calorías se pierde la misma cantidad de peso que si no se hiciera. Y es que al recibir menos, el funcionamiento del organismo se acelera. Se trata de una señal biológica que le hace sentir que no está siendo castigado y forzado a pasar hambre, por lo tanto el metabolismo no se ralentiza y así continúa quemando calorías en lugar de convertirlas en grasa.
Enamórate de los vegetales
Cómelos salteados con unas gotas de aceite de oliva y ajo es una de las mejores formas de acostumbrarte a ellos. El brócoli que está lleno de vitaminas es una delicia si lo comes crujiente.
Belleza desde adentro
Una alimentación balanceada con proteínas vegetales y cítricos es primordial para estar en forma y mantener a raya la piel de naranja, aparte de que puedes apoyar tu comida balanceada con ejercicio.
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