Un ciudadano de Tailanda diario sale a recolectar basura que pueda ser reutilizable y con eso mantener a su familia, pero en su búsqueda se encontró con vómito de ballena, y resultó ser muy valioso.
Para la industria cosmética dicha sustancia es invaluable, y con ella, Surrachet Chanchu quien ahora es el propietario, podría sacar de la pobreza a su familia.
Surrachet Chanchu pasaba todos los días en la playa de Songkhla, en el sur de Tailandia, pero nunca imaginó que se encontraría con vomito de ballena, ni mucho menos que eso lo haría rico.
La sustancia estaba comprimida en forma de roca grisásea enorme que desprendía un olor muy particular, lo que le obligó a acercarse y revisarlo.
Surrachet se dio cuenta que dicha roca estaba conformada por un material aceitoso muy extraño e inusual y pensó que quizá se trataba de algo tan valioso como el oro, por la manera que brillaba. De lo que sí estaba seguro era que eso cambiaría su vida.
La sustancia en realidad era un cúmulo gigantesco de ámbar gris, que se consigue gracias al vómito de ballena y que gracias a sus propiedades y aceites naturales es altamente cotizado por la industria de los cosméticos.
Lo que genera el ámbar gris es que la intensidad de los perfumes dure por mucho más tiempo. Y con base a las ventas previas, las rocas más puras de ámbar gris tienen un precio que rodean los 20.000 dólares.
Para comprobar que el hallazgo de Surrachet fuera cierto, llevó a casa la gigantesca roca y la prendió con un encendedor, lo que causó que automáticamente desprendiera un increíble e inusual olor.
Después de darse la noticia, los familiares de Surrachet Chanchu solo están a esperas de que el gobierno tailandés envíe a un especialista para comprobar la calidad del producto para poder venderlo.
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