Si eres de los que no pueden evitar cantar y cualquier lugar es el indicado para hacerlo, puede ser que seas más feliz que los que no lo hacen.
Es bien sabido que la música produce un efecto positivo en los seres humanos. Está en nuestras vidas en todo momento y no nos percatamos de ello.
Ya sea cuando estamos felices, tristes, enamorados, hasta enojados. La música está formando parte de nuestras vidas a cada instante.
Cuando escuchamos música lo que hacemos es tomarla como pretexto para huir de nuestra realidad por un momento, nos identificamos con una canción por el momento que estamos pasando y eso hace que creemos un vínculo con las letras de las canciones.
Por esa razón es que comenzamos a memorizar letras de temas musicales y nos da por cantarlas después lo cual nos produce felicidad.
Cantar no significa también que debas tener una voz perfecta para interpretar canciones, no importa en lo más mínimo. Lo importante es que el cantar te produzca satisfacción, placer y felicidad. Disfrutar el momento al máximo y por qué no, sentir lo que estás cantando.
El organismo libera hormonas llamadas endorfinas que producen bienestar en las personas y que algunas veces provocan euforia. Por ellos las personas que cantan tienden a liberar estrés y son más saludables.
De hecho, las personas tienden a tener menos depresión, sentir menos preocupación. La música te ayuda a expresarte cuando te faltan las palabras, te ayuda a darles respuesta a las preguntas que tenías sin encontrar una respuesta, por ello dicen que la música es lenguaje universal del ser humano.