Usualmente nos preguntaríamos ¿Qué hace un perrito trabajando?; pero este no es un caso normal. Hablamos de la historia de un perro pastor que dedicó ocho años a cuidar pingüinos.
En los años 90, en la playa de la ciudad Warrnambool, llegaron zorros salvajes a Middle Island para cazar a los pingüinos.
Por lo que había que tomar medidas urgentemente, ya que los índices de mortalidad en aves iban aumentando y de una colonia de 800, solo quedaban 10.
Allan Marsh, un criador de aves silvestres decidió tener un perro de pastoreo para cuidar a los pingüinos.
El primero fue un perro pastor llamado Ben. Después otro perrito pastor fue incluido al equipo, llamado Oddball, la hija de Ben.
Conforme pasó el tiempo varios perritos pastores se han unido a esta hermosa labor.
Un ejemplo de ello es Tula, de raza italiana, quien ha estado vigilando los últimos ocho años.
Ella junto a su hermana Eudy, se encargan de vigilar los cinco días de la semana y su trabajo es asegurar que los zorros no se acerquen al área de los pingüinos.
Pero Tula después de ocho años comienza a tener dificultades por la edad, lo que ya no le permite continuar con su trabajo.
Patricia Corbett, coordinadora del proyecto de protección a los pingüinos, Middle Island ‘Maremma Penguin Project’, expresó ante este caso:
Tiene un poco de artritis, por lo que le resulta muy difícil subir todos esos tramos de escaleras hasta la cima de Middle Island
Tula continuará cuidando aves, pero esta vez lo hará con gallinas de una granja.
Tendrá los cuidados necesarios, le darán todo el amor que necesita y podrá descansar al mismo tiempo que ayuda en el entrenamiento de los nuevos perritos guardianes.
Como fiesta de despedida, le hicieron a Tula una fiesta y le dieron su pastel en agradecimiento por la bella labor que ha realizado en estos últimos años.
El trabajo de Tula y su hermana Eudy, sirvió para inspirar película en el 2015, titulada: «Oddball de Aussie».