En algún momento de nuestra vida reconocemos a nuestra mamá como nuestro máximo ejemplo y quisiéramos parecernos lo más posible a ellas, pues esta etapa comienza a partir de los 30 años.
Aunque es cierto que también muchas veces no quisiéramos ser como ellas, aprendemos a poner en perspectiva los errores que ellas tienen para no cometerlos.
Muchas personas incluso hacen todo lo posible por no adoptar ciertas conductas parecidas a las de ellas, pero todo esfuerzo es en vano, ya que tarde o temprano terminarán pareciéndose a ellas.
La investigación fue realizada por el Doctor Julián De Silva, en Reino Unido, e indicó que las todas las personas terminan convirtiéndose en la imagen de sus padres, aunque en algunos no es tan notable.
Como parte de la investigación, fueron realizadas más de dos mil encuestas para preguntarles a las personas en qué momento comenzaron a comportarse igual que sus padres, la conclusión fue entre los 30 y 35 años.
El doctor encargado de la revisar los resultados explicó que cuando una persona comienza a criar a sus hijos, el comportamiento de sus padres comienza a verse reflejados en ellos.
Es una parte inevitable del envejecimiento, pero es un proceso que muchas personas quieren postergar por el mayor tiempo posible
Por otra parte, también suceden cambios físicos que nos asemejan a nuestro padres, como lo son el peso, color de cabello, arrugas, etc, por lo que resulta visible la genética y el parecido es mucho mayor.
De nada servirá negarlo o intentar cambiarlo, puesto que tarde o temprano terminarás comportándote y luciendo como tu madre.