Pero para que te decidas debes tener en cuenta estás claves para poder elegir un seguro de vida:
1. ¿Cuáles son tus necesidades?
Primero que nada, debes analizar que situaciones te preocupan más al momento de tener imprevistos, a quién quieres proteger y de que. A tus hijos, a tu pareja, tus gastos médicos en caso de enfermedad, o si mueres tu casa etc.
Para ello es aconsejable que realices una lista de lo que deseas cubrir, por cuanto tiempo y calcula el monto estimado, así tendrás una idea del monto de tu indemnización y del tipo de cobertura que debes pedir a una compañía
“Según la AMIS, la suma de la asesorada debe cubrir las necesidades básicas de tus seres queridos durante al menos 3 años, desde otro punto de vista, un promedio de 5 a 8 veces tu ingreso anual actual.”
2. ¿Qué opción es la más adecuada?
Con esta lista de necesidades en mano cotiza los servicios de diversas empresas., te aconsejamos que antes de firmar un contrato La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) es mejor consultar directamente en el Buró de Entidades Financieras el desempeño que tienen las Instituciones y comparar prestaciones en el Catálogo Nacional de Productos y Servicios Financieros, donde los datos son actualizados cada semestre. Éstos son los seguros más comunes en sus registros:
1. Seguros de vida temporal: Te protege de tiempo limitado contra siniestros que elijas, por uno, cinco o 10 años.
“No olvides consultar un asesor para que te haga un plan a medida y muy importante, pregunta que pasaría con tus beneficios en caso de incumplimiento de pago, un marco alternativo del que debes estar consciente”
3. ¿Cuánto cuestan?
Los precios de contratación varían mucho dependiendo del asegurado, de su edad, actividades, número de dependientes, estado de salud y otras variables. Pueden modificarse según el plan de pago, ya sea mensual, trimestral, semestral o anual. Es muy importante elegir una alternativa que no afecte tu estilo de vida actual, te aconsejamos que nunca selecciones un seguro de vida basándote en su precio. Una vez que hayas calculado los gastos de tu familia y qué cantidad sería suficiente para protegerla, cerciórate de que tu póliza la cubra por completo, ya que si no tienes los suficientes recursos para adquirir un seguro que te convenga, podría resultar contraproducente contratarlo. En algunos casos es mejor colocar ese dinero en una cuenta de ahorros o en un fondo de inversión que estar pagando una cobertura insuficiente. Sea cual sea tu elección, recuerda comentarles a tus beneficiarios con el objetivo de que sepan a que tienen derecho.
Es aconsejable que analices tu cobertura cada 3 años para confirmar que siga siendo apta para tus necesidades. Y si en algún momento te ha preocupado la escuela de tus hijos, después tendrás en mente tu retiro o tu salud.
Te añadimos un glosario básico para que comprendas un poco más el mundo de los seguros de vida.
PÓLIZA: Aquí encontrarás las reglas de tu seguro, las letras grandes y chiquitas.
COBERTURA: Contra que estás protegido, qué riesgos y situaciones en específico.
SUMA ASEGURADA: Cuánto te pagarán en caso de siniestro. Es importante quién sería el beneficiario y cuándo.
PRIMA: Lo que vas a desembolsar por obtener los beneficios del seguro.