Esta fábula nos hace pensar que a veces las personas te pueden mentir incluso mirándote a los ojos, es posible que lleguemos a querer mucho a una persona pero el día menos pensado nos pueden hacer daño, pongámonos a pensar un poco, tal vez esa persona que hace daño a lo demás somos nosotros.
Esta fábula te hará reflexionar sobre los comportamientos propios: