Aunque muchas veces solemos llamar a la gripe ‘resfriado’ y viceversa, y comparten algunos malestares, son cosas muy diferentes, aprende a diferenciarlos.
El invierno llegó, y con él los gorros, las bufandas y las chamarras calientitas, también, es un pretexto más para tomar té y café caliente más seguido.
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Pero junto a todo esto, también llegan las enfermedades respiratorias que atacan a todos, sin ninguna distinción.
Las temperaturas bajas suelen ser un factor muy importante al contraer enfermedades, que puedes ser desde un inofensivo resfriado o la temible gripa.
Comencemos con la gripe. Es una enfermedad respiratoria considerada aguda que aparece de forma brusca en nuestro organismo.
Esta se reconoce por presentarse fiebre alta durante varios días y con intensos dolores de cabeza. Además, a estos síntomas los acompañan el malestar en general y la pérdida del apetito. Y su recuperación tarda semanas.
Mientras que un resfriado se presenta con síntomas menores, entre ellos queda descartado la fiebre.
Los síntomas que sí provoca irritación en los ojos, congestión nasal, tos seca, bastante secreción y dolor de garganta. Lo que es seguro es que con el resfriado estarás mejor en menos tiempo.
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