A todos nos encantan los tlacoyos, por eso este chiste es muy bueno para abrir el apetito.
En la oficina, la casa o incluso la escuela es bueno recordar que los antojitos mexicanos son una delicia, chato y cheto nos recuerdan esto pero con un gracioso chiste.
No cabe duda que este par son únicos,tienen la mejore de las vibras.