Tras fallecer carpintero paga estudios de universidad a 33 personas
Las historias de superación y de ayuda al prójimo, siempre inspiran a muchas más personas a salir adelante haciendo lo correcto.
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Dale Schroeder fue un carpintero que vivía como cualquier persona normal sin embargo, guardó una fortuna de 3 millones de dólares.
Tras su fallecimiento en el año de 2004, cambió la vida de 33 personas para siempre tras pagarles la universidad. Como recordaremos realizar estudios superiores en el país del norte es sumamente caro, por lo que pocas personas pueden llegar a realizarlos.
Parte de la comunidad y vecinos del lugar en el que vivía lo recuerdan como un sujeto normal, trabajó durante 67 años en la misma empresa.
Su naturaleza moderada y trabajadora marcó a quienes convivieron con él, a pesar de ello, no tuvo esposa, hijos o más familia que heredara la cuantiosa suma de dinero.
Steven Nielsen, amigo de Dale, recuerda el día que le reveló su más grande secreto:
Él dijo: –Nunca tuve la oportunidad de ir a la universidad. Entonces, me gustaría ayudar a los niños a ir a la universidad. Sentí curiosidad y pregunté: ¿De qué cuánto dinero estamos hablando Dale?’ Y él respondió: ‘Oh, apenas de $ 3 millones (de dólares)‘. Casi me caigo de la silla.
Tras realizar los trámites correspondientes, Dale pudo ayudar a un grupo de afortunados niños de un pequeño pueblo en Iowa, Estados Unidos.
Rumores aseguran que los niños que forman parte del «grupo de Dale» hoy en día son médicos, terapeutas y maestros.
Hace unas semanas los niños (ahora adultos) beneficiados por Dale, se reunieron para comer juntos en honor a la obra y el arduo trabajo del carpintero.
Una de ella fue Kira Conrad, una joven que ahora es tarepeuta y que cuando se dio cuenta que iba a titularse rompió en llanto.
La situación económica de su hogar no le hubiera permitido poder pagarse la universidad por sí misma, ya que tenía 3 hermanas mayores.
Aunque existen créditos universitarios, terminas pagando más dinero, por lo que el apoyo que recibió es irremplazable. Esto significa que ningún niño de aquel afortunado grupo tendrá que pagar nada a nadie, sin embargo Schroeder pidió una cosa a cambio, aseguró Nielsen:
No puedes devolverle (el dinero), porque Dale se ha ido, pero puedes recordarlo y puedes emularlo.