En Yucatán existe un cráter de alrededor de 200 km de diámetro, y este fue descubierto por un grupo de arqueólogos estadounidenses en los años 8o´s, en las imágenes satelitales se puede observar un anillo casi perfecto con estas medidas, finalmente estas imágenes fueron expuestas en una exposición científica, llamada Selper que se llevó en Acapulco, México en 1988, cosa que dejó perplejos a la mayoría por la peculiar forma del relieve.
Para Adriana Ocampo, una geología planetaria de la NASA esto le resultó fascinante e inmediatamente surgió una suposición ya que la forma le sonaba algo familiar.
Su curiosidad la llevó a acercarse con los científicos y preguntarles si habían considerado que ese anillo se tratara del impacto de un asteroide, lo bastante gigante y violento como para haber dejado la tierra marcada hasta 66 millones de años después.
Pero esta suposición que se hicieron varios científicos como Luis y Walter Alvarez, llevó hoy a ser la hipótesis principal de lo que se cree, es la razón de ser de ese anillo, «corresponde al borde de un cráter, causado por un asteroide de 12 km de ancho que golpeó Yucatán de una manera tan intensa que logro desaparecer parte de al tierra.
Después de este hallazgo, cientos de investigaciones se dieron paso en Europa, Asia, América para intentar descubrir el gran secreto que existía en ese gigantesco anillo, por lo que se llegó a la hipótesis de que la caída de este asteroide provocó un cráter de mas de 30 km de profundidad y a causa al rebote se llegó a crear una montaña del tamaño del Monte Everest, pero solo por un momento.
Debido a este impacto, la tierra dio un camio de 360°, la oscuridad reinó al rededor de un año, logrando así que la temperatura del planeta se situara en los -0 grados haciendo que el 75% de toda la vida en el planeta despareciera, esto involucró a casi todas las especies de dinosaurios, sin embargo sin este suceso hubiera sido imposible nuestra existencia.
Este cráter está oculto 1km dentro del mar cerca de un pueblo llamado Chicxulub Puerto, donde residen unos pocos miles de personas, de manera que es difícil para algunas personas considerar que esta zona ha sido un parte aguas en la historia de la humanidad.
A la fecha es muy poco lo que queda visible para los turistas, solo partes de los enormes cenotes en los que una persona podría entrar a nadar entre la flora y la fauna que habita en el lugar y disfrutar de un lugar donde terminó la vida de una especie para dar paso a otra.
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