Cuando estamos en la etapa del enamoramiento todo es perfecto y color de rosa, no vemos defectos en la otra persona y si a caso llegamos a ver alguno lo pasamos por alto porque amamos todo de nuestra pareja.
Sin embargo cuando transcurre el tiempo todos esos defectos empiezan a ser motivo de problemas y discusiones que parecen no tener fin… Pero sigues ahí.
Según tú todavía se aman, a pesar de todos los problemas su amor es mucho más fuerte que cualquier otra cosa… ¿Estás seguro? Si tienes más de uno de los siguientes puntos será mejor que lo pienses dos veces…
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TE MOLESTA TODO LO QUE HACE
Te molesta todo lo que hace, dice, piensa y peor lo que aún ni siquiera piensa pero tú ya te hiciste ideas. Ésta es una clara señal de que ya no quieres seguir en esa relación; ni siquiera tiene que ser algo importante o grave, simplemente ya no lo toleras porque te sientes atado o atada a una persona que ya no quieres.
NO VES UN FUTURO JUNTOS
No piensas en lo que vendrá si siguen juntos, simplemente te enfocas en lo que tienen en el momento o incluso piensas en TU futuro individual. Evitas hablar de temas como el matrimonio o irse a vivir juntos, y la razón de ello es que tus sentimientos cambiaron.
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DECIR «TE AMO» POR OBLIGACIÓN
Si decir «Te amo» se convirtió en algo automático más que en algo que nace del corazón, o sólo lo sustituyes con un «Yo también» hasta que la otra persona lo dice, ¿qué crees que te espera después?
TE SIENTES CULPABLE TODO EL TIEMPO
Cada vez que discuten sin razón y tú provocas el conflicto por la menor de las razones te sientes culpable porque no quieres lastimar a tu pareja, pero a la vez la frustración de estar a su lado sin sentir lo mismo que antes te hace actuar de manera impulsiva.
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LA INTIMIDAD SE HA VUELTO LIMITADA O NULA
Si ya has dejado de sentir deseo sexual por esa persona, o ya no quieres besarlo, ni abrazarlo ni mucho menos hacer el amor, no queda ninguna duda.
Un consejo: Lastimas mucho menos a tu pareja si terminas todo por lo sano y con sinceridad, que si le sigues mintiendo y te quedas ahí y dejas que las cosas avancen. No hay peor dolor y decepción que alguien que está contigo por lástima o culpa.
La decisión es tuya.
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