Cuando los padres fueron al cuarto del menor para averiguar por qué no había abierto sus regalos aun, no imaginaban que su vida cambiaria a partir de ese momento.
Al descubrir que su pequeño Gustavo no se encontraba en la habitación, lo buscaron por toda la casa sin éxito, lo que preocupo a los ya desesperados padres.
Sin poder localizarlo, ni obtener información de algún vecino que lo haya visto, de inmediato acudieron con las autoridades correspondientes, que emitieron una alerta con las características y señales del niño.
Tanto fue el alboroto, que al poco tiempo una persona realizo una llamada anónima, para denunciar que había visto a un niño con las características que describía el anuncia, cerca de una plaza comercial, comiendo pizza, en el municipio de Tlalnepantla, Estado de México.
De inmediato autoridades y los padres se trasladaron al lugar que describía aquel hombre, solo para encontrar que el menor se encontraba ni más ni menos que con sus abuelos maternos.
Los abuelos declararon que el menor acudió a ellos, en busca de refugio y algo de comer, diferente a lo que encontraba en casa, puesto que su madre lo había amenazado que “no comerían otra cosa hasta acabarse el recalentado”.
Eso les llevaría más de una semana a los tres miembros de la familia, por lo que el menor no dudo ni por un segundo en pedir auxilio a sus familiares.
La ley dice que nada más dos días de recalentado y ya, señala Gustavo que no comió otra cosa que pizza y helado hasta que se volvió a saber de su paradero.
Por su parte la madre del menor se encuentra sumamente molesta, ya que “muchos quisieran tener la oportunidad de poder cenar lo que se ofrecía en su casa, y el pequeño “Gussi” no supo valorar”.
Otro que se debe de encontrar sumamente molesta, es la persona que se encuentra leyendo esta noticia totalmente falsa. “Inocente palomita que te dejaste engañar, por ser 28 de diciembre, en nadie debes confiar”.
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