El problema no es que no le gustes a nadie, o que nadie te quiera como siempre piensas… El verdadero problema puede radicar en tus problemas de la infancia, te explicamos por qué…
Está comprobado que desde niños se forja nuestra personalidad, por lo tanto si tenemos ciertas carencias afectivas por parte de nuestros padres o algún otro miembro de nuestra familia puede repercutir en nuestra vida adulta; aunque tú sientas que no te afecta en lo más mínimo, tu subconsciente no miente.
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También se ha comprobado que repetimos patrones destructivos que vienen desde nuestra infancia; de modo que el no recibir el reconocimiento necesario por nuestras acciones de niños puede repercutir en baja autoestima; así como la necesidad de tener una pareja sentimental puede verse reflejada desde la ausencia de alguna de nuestras figuras paternas.
Existen 3 personalidades destructivas que se desarrollan en la infancia:
VÍCTIMA
«Hacerse la víctima». Ésto corresponde a las personas que siempre adoptan un papel pasivo en relación con sus parejas; son sumisas y aceptan la violencia como una forma de amor y de afecto. Una víctima siempre está a lado de un abusador, pues acepta que se le denigre porque en el fondo creen que lo merecen.
Esta personalidad se desarrolla cuando de pequeños sufrimos abuso emocional y físico por parte de nuestros padres. De aquí viene el típico «me pega porque me ama».
SALVADOR
Esta es la persona que elige parejas conflictivas con la intención de ayudarlas o bien de «salvarlas» de los problemas que traen consigo. Al hacer ésto, la persona pone en peligro su propia salud emocional, pero es la única forma en la que siente que puede ser valioso para el otro.
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CONTROLADOR
Esta personalidad es un reflejo de padres controladores y muy estrictos. En la adultez, la persona que asume este comportamiento suele adoptar el papel de «mamá» o «papá» y hace todo lo posible por controlar a su pareja, dictando lo que está bien y lo que está mal.
Cabe destacar que estas personalidades no sólo podemos adoptarlas en las relaciones de pareja, sino que también podemos hacerlo con amigos, familia, o incluso en el trabajo; si ésto sólo te ocurre en el ámbito sentimental, es porque en nuestras relaciones amorosas mostramos nuestro lado más vulnerable.
¿Tienes alguno de estas personalidades?
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