Son las 3 de la tarde, las puertas se abrieron y cientos de fans empezaron a entrar, niños, jóvenes, adultos, algunos maquillados de catrinas y catrines, todos listos para cantar y bailar al ritmo de sus cantantes y bandas favoritas.
La Plaza México se iba abarrotando poco a poco hasta que llegó el momento, 6 de la tarde marcaba el reloj, estaba lloviendo y ni eso evitó que los ánimos bajaran de nivel.
Salió al escenario la primer banda, La Imponente, Vientos de Jalisco, gritos por todos lados, la agrupación se entregaría al 100% al público. El show empezó con la canción Se va a acordar de mí, seguida de No tengo dinero, Ya no siento nada/Esta noche es para ti que sin duda le encantaron a los asistentes.
La siguiente parada sería con Alan Pineda, que mantuvo los ánimos a todo lo que daban invitando a cantar con Si soy infiel, Con los ojos cerrados e Invéntame.
La lluvia se fue y llegaron Los Ángeles Azules, todos los asistentes se olvidaron de sus asientos y se pararon a bailar con los clásicos que interpretaron. El primer tema fue Entrega de amor, luego Listón de tu Pelo, Nunca es Suficiente para Mi y finalmente con su muy conocida canción 17 años.
Ahora era el turno de Edwin Luna y La Trakalosa de Monterrey, con un unas cuantas canciones para aquellos corazones rotos, Borracho de amor, Broche de Oro, Culpable o no, donde compartieron escenario con el cantante Arturo Jaimes, y para cerrar su interpretación Supiste hacerme mal.
Aún quedaba una banda y un cantante que todo el mundo estaba esperando.
La Adictiva apareció entre hielo seco e instrumento musicales, interpretando las canciones que todos nos sabemos, como Hombre libre, Un fin en Culiacán y por supuesto, no podía faltar el himno ¿Después de ti, quién?.
Gerardo Ortíz, fue uno de los más esperados del festival calavera, que se encargó de cerrar con broche de oro este espectáculo. Con el gran carisma que lo caracteriza interpretó canciones como Egoísta, Mujer de piedra, Fuiste mía entre otras, terminaron por dejar al público satisfecho con lo que que habían ido a hacer, divertirse y pasar una increíble noche.
Sin duda este nuevo festival de la Ke Buena permitió reunir a grandes músicos, celebrando a su vez a nuestros queridos difuntos de la forma que caracteriza a los mexicanos, bailando y cantando, riendo y hasta llorando.
Esta fue una noche inolvidable y sin ti no hubiese sido posible.
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