El pasado mes de enero, en una comunidad rural en el Cabo Oriental, Sudáfrica, sucedió algo que aterrorizó y dejó atónitos a todos los habitantes.
Una mujer de 33 años, llamada Nomveliso Nomasonto Mdoyi pereció de manera repentina mientras estaba en el noveno mes de gestación, por lo que los servicios funerarios acudieron a cumplir su trabajo sin contemplar que 10 días después la madre si habría dado a luz aún sin vida.
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«Primero, quedé devastada por la prematura muerte de mi hija y ahora tuve el impacto de mi vida al enterarme de que ella había dado a luz mientras había estado muerta durante 10 días. ¿Qué es eso? Dios, venga e intervenga» expresó la madre de la difunta.
Los doctores han dicho que esto se debió a la contracción y relajación del cuerpo de la madre y los cambios por las bacterias de descomposición del cuerpo.
«Estábamos tan aturdidos y asustados que ni siquiera tuvimos tiempo de comprobar el sexo del bebé. Me dedico a esto desde hace más de 20 años, y nunca había oído que una mujer muerta diera a luz» dijeron los encargados de los servicios funerarios.
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