La aplicación es fácil, teniendo una de las reacciones químicas más sencillas aprendidas en el colegio, combinación de oxígeno y agua carbonatada para lograr una reacción que causa cosquilleo en la piel dejándola limpia de impurezas.
La magia de la mascarilla comienza con un cosquilleo en el rostro, después aparecen burbujas, la dejas de unos 10 a 15 minutos en tu rostro y al final solo debes retirarla con agua tibia.
Por ahora solo una empresa se dedica a producir dicho producto, es por eso que se ha convertido tendencia a nivel mundial, consiguiendo que las chicas más famosas se sientan hermosas, jóvenes y frescas.