Para ello, lo único que necesitas es tener a la mano toallitas de bebé. Sí! Esas con las que asean a los pequeños.
La técnica
2) Después, lo púnico que tienes que hacer es pasar la toallita por los tenis blancos
3) Una vez limpiados con las toallas húmedas, guardarlos, , para que la suciedad no se vaya acumulando. Esto es importante, pues aunque el polvo parezca inofensivo, ensucia más rápido de lo que creemos.