ROAM-e y Hover Camera son dos ejemplos de esta curiosa mezcla entre dron y cámara de fotos. Ambos pueden seguirnos mientras nos movemos, disponen de tecnología de reconocimiento facial.
Algunas de las desventajas que tiene este dron es el precio que se cuenta en centenares de euros, pero también por su batería, que todavía no va más allá de permitir unos pocos minutos de planeo.