Prender un cigarro en una gasolinera no parece ser una buena idea, aunque mucha gente parece no importarle, a este joven búlgaro le pareció una buena idea mientras daba una profunda calada a su cigarro esperando a que se llenara su tanque.
Ante estos hechos, uno de los empleados le indica al chico que lo apague, pero al parecer él hace caso omiso a la advertencia. Entonces fue cuando el trabajador decidió usar argumentos mayores, cogiendo así el extintor y bañar al cliente con él.