El pleito que desde 2015 tenía la hija de Paul Walker con el fabricante de autos de lujo Porsche llegó a su fin.
Tras la muerte de su papá en 2013, Meadow Walker emprendió una batalla legal contra la compañía reclamando que el actor habría sobrevivido al choque del auto, pero murió por culpa del cinturón de seguridad que no lo dejó escapar de las llamas al interior del auto, además de otros problemas mecánicos que causaron el incendio.
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Pero documentos recién revelados han dado a conocer que la única hija del protagonista de Rápidos y Furiosos aceptó cancelar la demanda por «homicidio culposo» contra la firma alemana. Se piensa que por alguna suma considerable, aunque esos detalles no se revelaron.
Paul Walker y su amigo Roger Rodas viajaban a bordo de un Porsche Carrera GT rebasando los límites de velocidad, se calcula que entre 128 y 150 kilómetros por hora. El coche se desvió, chocó contra un poste y luego contra dos árboles antes de explotar.
El papá de Meadow Walker viajaba en el asiento del copiloto mientras que su amigo conducía. Ninguno de los dos sobrevivió.
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Las autoridades que investigaron el accidente concluyeron que la velocidad fue la culpable, mientras que por otra parte iniciaba la demanda de la hija de Paul Walker.
El año pasado ella recibió 10 millones de la herencia de Roger Rodas cuando se le responsabilizó del accidente.
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