La serpiente se deslizó a través del desagüe de su casa y se aferró a su pene, apenas consintió soltar su presa cuando la esposa de nuestra victima amarró una cuerda alrededor de la cabeza del reptil. Sólo entonces pudo Attaporn abrir la boca de la serpiente. Inmediatamente después, la victima se desplomó desmayado. Al menos este es el relato que hicieron los tres testigos de la pesadilla vivida.