El término “hornear” no quiere decir que debas acercar tu rostro al horno (¡ni se te ocurra!) sino que debes dejar asentarse tu maquillaje por capas antes de aplicar el siguiente producto.
Eso significa que luego de colocarte los polvos translúcidos debes dejarlos por cinco odiez minutos, para que el calor natural de tu rostro acomode la base y el corrector que te has puesto.
Después de eso lo mejor es quitarlo suavemente con una brocha para que tu cutis quede luciendo sensacional, sin una sola imperfección y con un acabado impecable.
A continuación te decimos como lo puedes hacer en tu casita:
Aplica crema de ojos alrededor del área de los ojos para hidratar la piel y desaparecer cualquier tipo de líneas finas o arrugas.
El corrector generalmente contiene aceites que tienden a resquebrajarse si no lo aplicas a la perfección.
Aplícalo hacia arriba desde las manzanas de tus mejillas hasta la sien, siempre por debajo de los ojos. Difumínalo con una esponja.
Puedes estar pensando que para esta altura ya tienes demasiado maquillaje. Y puede que así sea.
Si lo dejas aquí está bien, tendrás un maquillaje de lujo. Pero para que el maquillaje dure mucho más, una segunda capa de corrector puede fijar por completo todo el asunto.
No olvides difuminar también esta capa con la esponja. Haz que no quede una sola arruga o raya.
Usa un pincel para sombras de ojos que sea bien acolchado y esponjoso para aplicar los polvos translúcidos por encima de todo el parche de corrector que has puesto.
Usa una esponja tipo calzo y antes de aplicarle los polvos humedécela con un spray fijador de maquillaje. Luego aplícale los polvos translúcidos y después deja todo ese maquillaje reposar por cinco o diez minutos.
Usando el mismo pincel acolchado que en el paso 4 y un polvo compacto barre la zona por completo para quitar los polvos translúcidos sobrantes como para acabar de fijar las capas anteriores.
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