Choque inicial: es el momento en que te enteras que te ha sido infiel. Puedes reaccionar de distintas maneras dependiendo de tu personalidad, o te apagas por completo o inicias un tornado en tu habitación en el que no queda nada en pie. 
Negación: no puedes creer que haya sucedido, y tratas de negarlo. Es necesario que pases por esta fase para cumplir con todo el proceso, porque si quedas atrapada aquí tal vez sigas con él con tal de no aceptar lo que pasó. 
Obsesión: no hay un segundo en el día en el cual no pienses en la infidelidad. Destrozas tu mente pensando por qué te ha sucedido a ti, y cómo podrías haber hecho las cosas para evitarlo. Cuesta entender que en verdad no tuviste la culpa. 
Ira: estás tan enfadada como nunca lo estuviste, y es obvio que debe ser así. ¡Tienes todo el derecho! Es momento de expresar todo lo que llevas dentro, pero cuidando siempre de no lastimarte ni de herir a los demás. Lo mejor por supuesto es que solo sean expresiones vocales.
Negociación: ahora que ya dejaste salir todo lo que tenías dentro es momento de decirte a ti misma que las cosas no están tan mal como parecen. Lo importante es que te des cuenta de que la relación no estaba tan bien si él te engañó, y que tal vez fue lo mejor para terminar con quien no te merece.
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