¡Tienes que ver!
El inventor de los cajeros decidió, en un primer momento, que el PIN tuviera seis dígitos para que así coincidiera con los números de identificación del ejército. Sin embargo, su mujer, la primera en probarlos, aseguró que se hacía muy engorroso y que era mejor una secuencia de cuatro números, ayudando a todo el mundo a poder memorizarlo.