Admítelo, seguro has estado en esta posición más de una vez. Existen muchas razones para justificar que no contestes un mensaje sin ser mala persona, y una de ellas es que haya sucedido alguna tragedia, algo no le deseas a nadie y menos a esa persona que amas.
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2. Tal vez no le llegó mi mensaje.
Es una muy mala idea estar pensando de más cualquier situación. Reenviar el mensaje para asegurarte de que le llegó, tampoco es buena idea.
3. ¿Es un juego mental?
Tal vez ella quiere ver cómo reacciono. Si esto es un test, no existe una respuesta correcta.
4. Me vale, voy a hacer lo que yo quiera.
Los chicos tienen la habilidad innata de poner su celular en un rincón del cuarto y olvidarse de él por horas. Honestamente, si estás haciéndote la difícil, el 90% de su tiempo te aseguramos que en lo que menos están pensando es en que no le has contestado.
Cuando esperas un mensaje de alguien, las alertas de tu celular siempre son de cosas irrelevantes. Todo menos de ella, ¿por?
6. Tal vez hice algo malo.
Cuando pasan más de 5 horas sin saber de ti, comienzan las dudas sobre su persona.
7. ¡¿Qué hice?!
Esto no ocurrirá hasta que él ya esté en la cama tratando de dormir. Es justo el momento perfecto para reflexionar sobre lo sucedido en el día, y analizará todas las posibles razones por las que no le respondiste el mensaje.
8. ¿Y si le llamo?
No. Ya nadie marca a menos que sea una emergencia.
9. Si no me responde, yo tampoco le voy a mandar mensajes.
Y ahora la relación cae en el olvido. Hay de dos: tal vez sólo estabas ocupada, le mandas mensaje al día siguiente y todo se arreglará. O puede convertirse en una guerra de mensajes fríos terminando en la resignación de que nunca funcionará.