“El amor es como una droga”, así lo dijo un neurólogo británico, a partir de esta afirmación el especialista Dean Burnett explica más a fondo esto en su libro “Idiot Brain” (Cerebro idiota).
“Estar enamorado parece elevar la actividad de la dopamina en el cerebro, lo que significa que, al estar con nuestra pareja, experimentamos placer, casi como si se tratara de una droga. Y la oxcitocina, llamada a veces “la hormona del amor” también parece ser elevada en las personas que tienen una relación, y se ha asociado con la confianza y la conexión de las personas”. Menciona en su libro.
Consejo para sobrevivir a la dieta
“La adicción y abstinencia pueden ser muy perjudiciales y dañinas para el cerebro, y de hecho, un proceso no muy diferente es el que ocurre aquí. Eso no quiere decir que el cerebro no tenga la capacidad para hacer frente a una ruptura. Algunos experimentos demuestran que si nos centramos específicamente en los resultados positivos de una ruptura, la recuperación puede ser más rápida”.
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