Tener hijos: Son buenos, bonitos… pero nada baratos, además del esfuerzo económico que esto conlleva, ya no hablemos de la madurez emocional.
Enfermedades de Transmisión Sexual
Arrepentirte: Pero todavía es bastante joven como para golpearse el pecho eternamente por algún mal paso.
Tener un trabajo por tenerlo: Guiándonos sólo por la urgencia de tener un punto en el currículum o un ingreso salarial, no es la mejor opción para nuestro crecimiento personal.
Trabajar sin estudiar: Preferimos seguir esa carrera práctica, y dejamos el colegio sin miramientos.
Buscar la satisfacción: Nadie está en el deber de satisfacer tus necesidades, y tampoco tú tienes esa obligación.
Compararte con los demás: Si eres de esas personas que está viendo todo el tiempo cuántos likes tienes o tienen los demás, no podrás valorar tu persona por lo que realmente importa.