Ponerse a la defensiva: Has recriminado algo a tu pareja y al final has acabado discutiendo porque el o ella no da su brazo a torcer. Rechazar cualquier crítica o preocupación también puede ser perjudicial para tu relación, en la medida en que muestras desinterés o bien una falta de responsabilidad.
Desprecios: » El desprecio es venenoso para una relación porque transmite disgusto. Es prácticamente imposible resolver un problema cuando tu pareja está recibiendo el mensaje de que estás disgustado con él o ella «, dice Gottman.
“La mayoría de discusiones no se pueden resolver y más si los desacuerdos se basan en las diferencias fundamentales de estilo de vida, personalidad o valores”, explica el especialista.