Todo inició desde que eran apenas unos cachorros y fueron rescatados de una mansión en Georgia, Estados Unidos, luego de ser confiscados a un grupo de narcotraficantes quienes los tenían en cautiverio como mascotas exóticas. Tal fue la conexión entre ellos, que incluso ahora, en su etapa adulta, conviven, comen y duermen como si fueran hijos de la misma madre.
La triada de estos atípicos hermanitos la conforman; un oso negro americano de nombre Baloo, un feroz león bautizado como Leo y el tigre Shere Khan, un nombre tomado de “El Libro de la Selva”.
Esta hermosa historia le ha dado la vuelta al mundo luego de que se hiciera pública, sin lugar a dudas es un buen ejemplo para reflexionar acerca de nuestro comportamiento como humanos y tratar de mejorar nuestras acciones día con día, al fin y al cabo también somos animales.
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