Lee detenidamente la caja. Les encanta cambiar o eliminar unas letras del nombre original, si es de origen francés no dice «perfume», sino «parfum». No olvides checar la caducidad, país de fabricación, composición y cantidad.
Puedes usar tu teléfono para leer el código de barras y revisar que coincida con el lugar de producción. También es bueno tener en cuenta que todos los fabricantes están obligados a rotular los ingredientes de los productos cosméticos (sí, los perfumes también) y, si no los tienen escritos en la caja, incluirá el símbolo de un libro indicando que los tiene detallados en el interior.
El número de lote y seguimiento, el signo de reciclaje debes estar siempre presentes y claros.
Como en la tapa, el frasco es liso y calza perfectamente con su tapón. Es de una pieza porque así evitan la contaminación de cualquier pegamento. Pasa la mano por los bordes revisando que no hayan relieves e imperfecciones. Fíjate en el largo del tubo dispensador, ya que en las falsificaciones éste suele ser más largo que lo necesario.
¡Mira lo que me pasó por abrir este correo!