Cuando nos enamoramos, la razón no juega un papel muy digno que digamos, todo se lo deja al corazón o mejor dicho, el corazón se pone tan terco que excluye al cerebro por completo.
Pero el cuerpo es sabio y siempre se han de ayudar unos órganos a otros para el pleno funcionamiento, el cerebro no es rencoroso y si le echas una mano, el cerebro ayudará a sanar tu corazón roto.
Escribe tus sentimientos: buenos o malos, de esa manera tu interior tendrá un gran desahogue.
Acepta que ya terminó: deja de buscar tres pies al gato, lo puedes forzar a nadie al amor.
Acepta también que te duele: si tratas de ocultarlo, solo se acumula y es como una olla de presión, si sigues así tarde o temprano explotará.
Deja la tortura: está bien que elabores una buena impresión del que te rompió el corazón, es decir, no se trata de odiar y de amargar el alma, si estuviste con él o ella, es porque algo que te encantaba tenía, quédate con eso, elimina el dolor, pero no te tortures viendo a cada momento el pasado, sus fotos, sus detalles, en fin así jamás armarás tu roto corazón.
Evita sentirte vulnerable: los accidentes pasas, pero tu teléfono no se marca solo, no lo busque, no lo llames.
Es momento de pensar solo en ti: por el tiempo qu haya durado la relación pensabas en los dos, pro estar bien los dos, incluso en ocasiones lo pusiste antes que a ti, ahora te toca enfocarte solo en ti.
Con el punto anterior, te darás cuenta que necesitas tiempo, para tu, para sanar.
Pasa un tiempo a solas: libera tu alma de la carga de la relación pasada y aprende a estar contigo.
Apóyate en tus cercanos: no te aísles.
Recuerda que tenias una vida antes de estar con, él… recupérala, sal, vive, baila, vuelve a ser tú…
Manteniendo ocupado a tu cerebro no tendrá tiempo de jugar con las heridas que tiene tu corazón.
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